Las condiciones laborales se han precarizado en diversos sectores, donde los sueldos son insignificantes y las jornadas interminables. Por otro lado, incluso en trabajos con salarios dignos, se denuncia la necesidad de estar conectados y disponibles a tiempo completo.
Según un estudio realizado en 2016 por la Organización Mundial del Trabajo, más de 40 millones de personas eran víctimas de la llamada «esclavitud moderna». Esto representa alrededor de 5.4 personas de cada mil en todo el mundo. Recientemente, el periódico británico «The Guardian» alertó sobre 17 sectores profesionales en el Reino Unido que están en grave riesgo de ser considerados como «esclavitud» en lugar de «empleo». Esto incluye trabajos domésticos, labores agrícolas, taxistas, empleados de grandes comercios y de la construcción, entre otros, que se encuentran en un estado de opresión
En España, la situación por sectores no es menos desalentadora. La precarización laboral afecta a los estratos bajos y medios de la sociedad. Hay denuncias de largas jornadas de trabajo y salarios precarios, así como la obligación de estar disponibles o conectados a través de la tecnología las 24 horas del día, a tiempo completo. Estas son realidades que quienes las experimentan denuncian con fuerza.
Si bien la precariedad laboral ha aumentado en los últimos años, es importante destacar que no es un fenómeno exclusivo del siglo XXI. Ya en la época en la que se filmó la película icónica de Charlie Chaplin, ‘Tiempos modernos’ (1936), se abordaban estos temas de manera magistral. La obra retrata la vida de un trabajador de fábrica que lucha por sobrevivir en una sociedad obsesionada con la producción y la eficiencia. El protagonista queda atrapado en un ciclo interminable de trabajo alienante y explotación, lo cual refleja de manera impactante la esclavitud moderna que aún prevalece en la sociedad actual. El filme resuena especialmente en cuanto a la relación de la humanidad con el dinero, revelando cómo la búsqueda desenfrenada de riqueza puede convertirse en cadenas invisibles que limitan nuestras vidas.
‘Tiempos modernos’ examina cómo la obsesión por el dinero y la acumulación de riqueza pueden llevar a la pérdida de nuestra humanidad. Vivimos inmersos en una cultura de consumismo desenfrenado, donde el dinero se ha convertido en el motor principal de nuestras vidas. Trabajamos arduamente, nos endeudamos y nos preocupamos constantemente por nuestras finanzas, convirtiéndonos en esclavos de un sistema que valora más el tener que el ser.
Además, la película critica el uso del dinero y el sistema económico como herramientas de control y opresión. Los trabajadores de la fábrica en ‘Tiempos modernos’ son deshumanizados y reducidos a meros engranajes en una máquina gigante, una representación simbólica de cómo la búsqueda desenfrenada de riqueza puede llevar a la explotación de los individuos y a la desigualdad social, problemas que aún enfrentamos en la sociedad actual.
Datos recientes de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) reflejan la realidad de la precariedad laboral en España. Aproximadamente el 25% de las personas desempleadas han recibido ofertas salariales promedio de 650 euros, y en una de cada cinco entrevistas de trabajo no se les ofrece un contrato laboral. La precariedad se ha arraigado especialmente entre quienes han perdido su empleo o nunca lo han tenido. La temporalidad también es una preocupación.
La inestabilidad no solo afecta a los desempleados. Según un informe de la OCU, el 27% de los trabajadores españoles ha experimentado una disminución salarial en los últimos cinco años, mientras que los precios han aumentado. Más de la mitad de los empleados trabaja más horas de las estipuladas en sus contratos, y dos de cada tres no reciben una compensación por las horas extra. Según «The Guardian», las mujeres, los jóvenes y los grupos excluidos de la sociedad son los más propensos a caer en empleos que exigen disponibilidad constante. Se trata de una forma de esclavitud en pleno siglo XXI.
A pesar de haber sido filmada hace décadas, ‘Tiempos modernos’ sigue siendo relevante en la actualidad. La película de Chaplin nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el dinero y cómo esta puede convertirse en una forma de esclavitud moderna. Nos recuerda la importancia de cuestionar el sistema económico y buscar un equilibrio entre nuestras necesidades materiales y nuestra humanidad. Así como el protagonista de la película luchó por liberarse de las cadenas del trabajo y el dinero, nosotros también debemos esforzarnos por encontrar nuestra propia libertad y autenticidad en un mundo impulsado por el materialismo, la productividad y las ganancias corporativas.
C. Marco – ExceLence Management
excelencemanagement
ExceLence Management 